Que alguien me pase un rivotril

Es un tanto extraño, pero cuando tenés tiempo de sobra en algún momento se te cruza pensar en tu vida.

Aunque me obligo a ver cambios en mi, y veo mis avances -los cuales no son pocos- no me siento feliz y eso me abruma bastante.

Que es la felicidad, no es más que un momento, una transición, una sensación. Dicen que nosotros elegimos ser felices, que el dolor es real pero que el sufrimiento lo acarreamos solos.

No me siento bien y no se si esta relacionado con esas marcas oscuras que decoran la base de mis ojos, o con mi mente que jamás me deja tranquila.

Me siento obligada a remarcarme lo bueno para no terminar tirandome en mi lecho a esperar mi muerte -sin el sentido literal de la palabra- y cada mañana me levanto repasando una lista mental como si fuese mi mantra.

-No podés hacerle eso a tu familia.
-Que va a ser de tu perrita, ella es quien depende de vos.
-Tanto golpeaste con tus puños la pared para dejarte caer?
-Sos idiota?, Si sos idiota.

No sufro por amor, creo que eso ya no está tan pendiente en mi vida, sufro porque me gusta hacerlo, sufro porque de eso me alimento, porque exigirme el triple de lo que logro es divertido y de mis frustraciones saco fuerzas para seguir un día más en la tierra. Creo, y entiendo, que como todo ser viviente el mañana abruma a cualquiera, pero ya es tan fuerte el malestar que no puedo simplemente mover la línea de mi paciencia un poquito más.

Está claro que necesito un psicólogo, pero como siempre correr 10 minutos en cinta, y levantar 45 kilos con los brazos o piernas es casi o igual que eso.

~Soltar~