Recitado.

 Ella dijo esas palabras que jamás habría imaginado el rechazo que tendría por escucharlas. Sentí el mundo acabarse, hacerse trizas en mi mente. Vi reflejado en su mirada el dolor que yo sentía en ese momento, vi, en sus ojos mi propia mirada destruida. El tiempo pasa, el viento se levanta y la vida sigue, no nos damos cuenta de ello hasta que un día, en un extraño entrecruce de palabras, alguien dice una frase que nunca jamás esperabas que saliera de su boca. Enseguida en mí mente viajo al pasado, imaginando que desde alguna parte de la galaxia otro ser podría estar viendo mi vida como si fuese una sitcom, una mala serie, la novela de las 3 de la tarde. Donde la villana se queda con todo lo bueno de mi vida, arrebatando de mi, hasta el último aliento. Donde los heroes con capa no existen, pero si con cuatro patas y una cola que jamás deja de moverse, de un lado, al otro, de un lado, al otro. Como el péndulo de mis sueños, que marcan ese tempo lento entre mis suspiros, y si cambiamos a 4 tiempos? que suene un blues en mi pecho, para que retumbe el bajo, ahí, cerquita del corazón, que en este momento late al ritmo de do re mi fa. Volví en mí en un destello de conciencia, la vi ahí sentada frente mí, espectante. Como si fuese un actor que acabada de salir a escena, corrección como si fuese su primera vez en las tablas. Tartamudeante y vibrante pero ofreciendo su mejor esfuerzo, aún así tropezando con sus propias palabras que se materializaban cada vez que la pronunciaba. El show debe continuar llegué a escuchar muy en el fondo de mi inconciencia, la volví a mirar, nerviosa, indecisa, respiré profundamente y le dije...